Esta jirafa de punto (y el catalejo sobre el que está) pertenecieron a mi Abuelo, quien hoy habría cumplido 98 años. Mi Abuelo tenía fijación con las jirafas desde que pusiera a pintarle una jirafa a cada persona que le visitó mientras se recuperaba tras ser operado de su primer cáncer, bastante antes de que yo naciera. Le echo mucho de menos, y le admiraré siempre.
Pues un besazo para el nieto de ese abuelisimo jirafero. Yo echo mucho de menos también a mi Yaya Tati.
otro para ti! Gracias por la visita 🙂
ay… los abuelos… esos seres maravillosos…
¿Verdad? 😀