A la mañana siguiente nos fuimos andando a la buhardilla de Mathilde y Alfredo, dejamos las maletas y nos fuimos en el metropolitain a empezar nuestra ruta turística.
Andando, andando llegamos al Centro Pompidou:
Hicimos alguna foto en los alrededores, y seguimos nuestro caminar:
Descubrí mi fascinación por los tejados parisinos:
Y así llegamos a la preciosa y coquetísima Place des Vosgues:
Donde visitamos la casa de Victor Hugo. Aquí lo tenemos posando con Sara:
Ya bajo la lluvia nos fuimos caminando hacia el Hôtel de Ville:
Y de ahí nos encaminamos hacia la catedral de Notre Dame, pero antes tuve ocasión de tomar esta foto, que me encanta:
Delante de la fachada principal:
Y dentro, una de las famosas vidrieras:
Seguimos el paseo abandonando la isla:
Nos adentramos hasta llegar al Panteón, en el barrio Latino:
Pasamos por la Sorbona,
seguimos paseando por el barrio latino, picamos algo, nos tomamos un café para entrar en calor, y finalmente tiramos para casa de Mathilde y Alfredo para cenar con ellos:
Alfredo y yo sufrimos un poco para meter un edredón en su funda, pero bueno, al final echamos un muy buen rato:
Cenamos muy a gusto, charlamos un buen rato, nos pusimos al día, en definitiva, esas cosas que hacen los buenos amigos que hace tiempo que no se ven. Después, a dormir.
Continuará…
Mapa:
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Y fotos:
Maravillosa la Place des Vosgues, qué buenos ratos he pasado en ella tirado en la hierba con el ordenador… el piso en el que estuve estaba a dos calles de ella.
Y coincido plenamente contigo en ese embobamiento con los tejados parisinos.
verdad? son maravillosos, y la plaza tiene un encanto alucinante, la pena es que cuando fuimos no pudimos entrar pues se estaba recuperando la «pelusilla».
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Qué buenos recuerdos me trae París… Fuimos con los patines, y nos recorrimos la ciudad… Qué bonito. Me encantaría repetir…
yo también quiero volver con más tiempo y poder disfrutarla más… a ver si me hago rico pronto!
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