Una vez más, escribo sobre unas vacaciones cuando, afortunadamente, ya he disfrutado de otras… y no es que me pegue de vacaciones todo el año, la verdad. Igual se acuerdan de que allá por octubre o noviembre les anunciaba que me iba de macro-fin-de-semana a París, con Sara.
Pues bien, el asunto es que para allá nos fuimos el viernes 13 de noviembre; yo no conocía París y así aprovechamos para visitar a mis amigos Alfredo y Mathilde que entonces vivían allí, como no nos podían alojar la primera noche nos pillamos un hotel, Lorette, muy cerquita de Pigalle, pero lo suficientemente lejos como para ser muy tranquilo.
Una vez instalados nos dirigimos a dar un paseo por Montmartre, y de camino descubrimos de dónde le viene la fama a Pigalle, chicas semidesnudas en escaparates, espectáculos, tiendas… de todo.
Bueno, esta es la parada de metro correspondiente, por cierto, qué curiosas me parecieron:
Ya de ahí empezamos a subir por Montmartre hasta la Place du Tertre, muy mona ella con sus pintores:
Seguimos para ver el Sacre Coeur:
Y sobre todo, las vistas de la ciudad que desde ahí hay:
Continuamos por el barrio, ya bajando, pasando por un viñedo,
El célebre cabaret «Au Lapin Agile«:
Un poquito más abajo cenamos en un restaurante que nos recomendó mi amigo Mariano, «Un Zébre à Montmartre» y yo lo subscribo, es muy, pero que muy recomendable, cocina excelente y «barato» para ser París, unos 20 € por cabeza contando con una botella de vino.
Después de cenar seguimos bajando y nos pasamos a ver si estaba Amelie en su cafetería, pero debía librar esa tarde:
Llegamos al Boulevard de Clichy donde nos encontramos con el Moulin Rouge:
Y paseamos por dicho Boulevard en busca de la Fourmi, donde nos habían recomendado tomar una copita. De camino se nos hizo notorio cuan equivocado era nuestro concepto de Sex Shop, como muestra un botón:
Después de la copita (y no copa, pues su tamaño era escaso) nos fuimos al hotel, y a dormir.
Continuará…
Mapa:
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Y fotos:
¡¡Oh la la!! Ese debe ser la madre de todos los sexshops… menudo tamaño xD
nos dimos una vuelta por la planta baja y era impresionante, nos dio miedito seguir ahí 🙂
El mercado del «amor», jejeje.
hombre, amor-amor, no sé, sucedáneo… seguro xD
Aquí un enamorado de París.
Maravillosa ciudad, yo he ido tres veces, y la última de ellas estuve 15 días. Y aún me quedan cosas por ver, espero ir varias veces más en mi vida.
Un abrazo
a mí me gustó muchísimo, tengo que volver con más tiempo.
Un abrazo
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