Sin rima.
Si me aguantáis seguís, ya sabréis que me gusta la lluvia, me gusta pasear un día de lluvia, yendo preparado, claro está, que uno no es tan tonto. Me gusta que me llueva en la cara cuando la lluvia es suave. Me encanta el repiqueteo de la lluvia en una buhardilla. Y me encanta ver llover estando bien arropadito, como fue el caso del domingo pasado, en casa de Sara.
Afortunadamente se me ocurrió llevarme la cámara, y prueba de ello son estas afoticos tomadas desde su ventana:
Y en el jardín.
Esto es todo, próximamente, ¡la nieve de hoy!